sábado, 26 de marzo de 2011

VOLAR CON BEBÉS Y NIÑOS

Hoy navegando por la red me he encontrado con un blog en el que unas mamás (y no mamás) debatían acaloradamente sobre la conveniencia o no de viajar en avión con bebés y niños en pro de la comodidad y tranquilidad del resto de viajeros.

Y la verdad es que me ha dado por pensar si no tendrían razón "el resto de viajeros" en defender su derecho a volar sin ruidos, llantos y demás molestias propias de los más pequeños. Personalmente creo que es lícito, pero los vuelos "no children allowed" es algo que deberían solicitar a las compañías aéreas, en lugar de limitarse a mirar con cara acusadora a la pobre madre (no se porque pero siempre suelen ser las madres) que, también al borde de las lágrimas, trata de calmar en vano al bebé.

Lo cierto es que esta sociedad no tolera a los niños, exigimos en ellos comportamientos adultos, cuando la mayoría de las veces los propios adultos nos comportamos peor que niños (¡y el que esté libre de pecado, que tiré la primera piedra!). Parece ser que nos hemos olvidado de que una vez, hace mucho tiempo (al menos en mi caso), también fuimos niños.
Yo personalmente, y mientras las compañías aéreas y mi Visa me lo sigan permitiendo, viajo y viajaré con mis hijos.

Entiendo que un viaje de ocho horas con un bebé que llora sin parar debe ser absolutamente desquiciante y cruzo los dedos para que eso no me pase jamás con ninguno de mis hijos, pero para ser sincera, he volado muchas veces y siempre, siempre, me han molestado mucho más los adultos que los niños... ¡quizá he tenido suerte! O según se mire, mala suerte, porque los aviones llevan siempre muchos más adultos que niños, muchísimos más.

A ver quién no se ha encontrado alguna vez (o muchas) con el típico señor que te pone el culo en la cara cada díez minutos porque no para de subir y bajar su equipaje de mano que, para tu desgracia, ha colocado sobre tu cabeza. O el que te toca delante y tumba su asiento ya antes del despegue y no lo levanta ni cuando traen la comida. O el que habla a gritos con sus compañeros de viaje que se han quedado siete filas más atrás. O al que se descalza, cansado de haber enlazado cuatro vuelos, y nos deleita con el "exquisito" olor de sus pies, aunque este también lo hay en versión "olor integral". O al que escucha su mp3 tan alto que llegas a creer que es la banda sonora original del vuelo. O al que se duerme sobre tu reposabrazos y encima ronca. Y no sigo, porque seguro que cada uno nos hemos encontrado a unos cuantos de estos, y a otros tantos.
De hecho estoy pensando que tal vez si había bebés berreantes y yo ni me enteré, entre el mp3, los ronquidos del "amigo" de al lado y el atontamiento debido al olor de pies (atontamiento transitorio y que no me ha dejado ninguna secuela, todo hay que decirlo).

Como anécdota que ilustra a la perfección el tema, hace poco estuvimos en el cine con nuestro hijo de 3 años. Peli de niños y, por supuesto, cine lleno de niños. Me pasó como en los aviones, no escuché a un sólo niño en toda la película, aunque tal vez, igual que en los aviones, los niños no paraban de molestar pero yo no podía oirles, rodeada por el ruido de los nachos y del papel plata de mi vecino de butaca.
¿Qué que hacía el señor de al lado con el papel plata en un cine? Pues apretarse uno tras otros los doscientos bocatas de chorizo que se había traido de casa. Repito, de chorizo, que está muy rico pero ya sabéis lo mucho que huele. Surrealista, si, pero cierto. O casi cierto, porque en realidad no fueron doscientos bocadillos, "solo" fueron dos.

Dicho esto, la verdad es que creo que hay que tener en cuenta ciertas recomendaciones a la hora de volar con nuestros "cachorros". A éstas que menciono podéis añadir cualquier cosa que sepáis que va a facilitarle el vuelo a vuestro retoño, y por extensión, al resto del pasaje, papis incluidos.
Por otro lado, tampoco conviene cargar más de lo necesario en el equipaje de mano, así que debemos sopesar siempre riesgo vs beneficio (riesgo de lumbalgia, por ejemplo).
  • Tanto en el despegue como en el aterrizaje deben succionar algo (bibe, pecho o incluso un chicle los más mayorcitos) para evitar el dolor de oídos. Recordad que si tienen moquetes, aumenta la probabilidad de que les duelan los oídos, así que los lavados nasales desde unos días antes del vuelo pueden ser útiles.
  • Hay que llevar algún juguete, libro, puzzle, juego,... lo que sepamos que puede entreterle durante un rato. El juguete no debe hacer ruido, claro está.
  • También puede ser útil llevar galletitas o colines de pan, que a los más peques también suelen mantenerles entretenidos y calladitos. Y por supuesto, agua.
  • Intentando no molestar al resto de viajeros, pasear por los pasillos del avión siempre que sea posible. Así estarán entretenidos observando lo que pasa a su alrededor y además será más fácil que acepten quedarse quietecitos cuando sea necesario.
  • Para los no tan bebés, puede ser util un mp3 en el que habremos grabado canciones y cuentos infantiles.
  • Aunque habitualmente dejan embarcar a las familias con niños primero, si el niño es muy movido puede ser buena idea esperar a embarcar al final. Así acortamos un poco el tiempo que pasará el niño "encerrado" en el avión.
  • Obviamente, no pueden faltar toallitas, pañales y ropa de cambio, así como biberones o chupetes o cualquier cosa que utilice el niño o bebé. Es muy práctico añadir una pequeña mantita porque en los aviones suele hacer frío (en vuelos de larga distancia los aviones suelen llevar mantas)

Por cierto, que no se entere nadie pero el "amigo" de los ronquidos en el avión... ¡era mi marido!

Feliz Vuelo.

viernes, 25 de marzo de 2011

RECETAS DEL MUNDO PARA NIÑOS Y MAYORES: ROLLITOS VIETNAMITAS


ROLLITOS VIETNAMITAS


Ingredientes para 4 personas:

-1 Zanahoria cortada a láminas muy finas.

-1/4 pimiento rojo y 1/4 pimiento verde

- Un poco de cebolla, mejor dulce o cebolleta si es para niños muy pequeños

- 10 o 12 gambas pequeñas o 1/2 pechuga de pollo o 1/2 pechuga de pavo.

- Un poco de col china (opcional)

- 4 bases de rollo (de venta en hipermercados y tiendas de comida asiatica)


Preparación:

Ponemos una sarten con un poco de aceite a calentar y mientras cortamos todos los ingredientes en tiras finas para que se adapten bien al rollito. Añadimos la verduras al aceite y al poco las gambas o la carne(según de lo que hayamos decidido prepararlo).

Extendemos las bases del rollo y una vez se ha cocido todo lo añadimos y doblamos ambas bases y la enrollamos.

Poner una sarten o freidora a calentar y cuando este bien caliente freimos los rollitos unos segundos por cada lado de forma que queden dorados (se hace muy rápido).

Se sirven sobre una base de lechuga y con un poco de salsa de soja rebajada con vinagre de arroz o cualquier otra salsa.


Esta receta admite gran variedad de ingredientes, tanto de verduras como de carnes y con todas quedan deliciosos.

BUEN PROVECHO!!!!

CUENTOS DEL MUNDO: MOMOTARO, EL NIÑO MELOCOTÓN (JAPÓN)




Momotaro, the peach boy o el niño melocotón, es un cuento tradicional japonés muy popular que tuvimos el placer de escuchar de boca de nuestra amabilísima guía, durante nuestra visita a Hiroshima, mientras probábamos unos pastelitos con forma de "momotaro" rellenos de pasta de judía roja, por cierto, deliciosos.

En España lo encontramos publicado, con preciosas ilustraciones, dentro de la colección infantil de ediciones Santori , una editorial especializada en cultura japonesa que incluye todo tipo de libros.


" Hace mucho, mucho tiempo, en algún lugar de Japón vivía una pareja de ancianos.
Un día el anciano salió a la montaña a recoger leña mientras que la ancianita fue al río para lavar ropa. De repente, la ancianita vió que un enorme melocotón bajaba por el río, aguas abajo. Ella lo recogió y se lo llevó a casa.
El anciano al llegar a casa se sorprendió al ver tan enorme melocotón y dijo: "¡Qué melocotón tan grande!, ¿lo cortamos? y la anciana contestó: "¡Sí, vamos a cortarlo!" Pero antes de cortarlo, el melocotón empezó a moverse y de su interior salió un niño.
os ancianos se sorprendieron al ver a un niño salir de aquel enorme melocotón, pero también se alegraron porque como no tenían hijos, ese niño se convertiría en su único hijo. "¡Lo llamaremos Momotaro! porque nació de un "momo", dijo la anciana.
Momotaro comía mucho y creció fuerte y robusto. Nadie podía rivalizar con él. Era bueno y ayudaba a sus padres en todo lo que le pedían, pero había algo que preocupaba a los ancianos: Momotarono aún no había pronunciado ni una sola palabra


Por aquella época, unos demonios estaban causando alboroto y cometiendo fechorías por todo el pueblo, y Momotaro se indignaba y pensaba que: "¡Esta situación no lo puedo tolerar!".
Un día, de repente comenzó a hablar y dijo a sus padres: "¡Voy a castigar a los demonios! Me tenéis que ayudar a preparar mis cosas para salir a buscarlos." Los ancianos se quedaron sorprendidos al escuchar por primera vez la voz de Momotaro. Así que ayudaron a su hijo y le dieron ropas nuevas y "kibi dango" para que pudiera comer durante el viaje.
Momotaro partió hacia la isla de los demonios. Los ancianos rezaban para que su hijo se encontrara sano y salvo.
Momotoro se encontró en el camino con un perro. El perro le dijo: "¡Oye! Dame un "kibi dango" por favor. Si me lo das te ayudaré en lo que sea". Momotaro le entregó un "kibi dango" y empezaron a caminar juntos.
Poco después se encontraron con un mono, el cual pidió a Momotaro lo mismo que el perro. Momotaro cogió un "kibi dango" y se lo entregó, y los tres empezaron la marcha nuevamente.
En el camino a la isla del demonio, encontraron a un faisán, el cual pidió lo mismo que los anteriores y se unió al grupo.
Pasaron unos días y llegaron por fin a la "isla de los demonios". El faisán realizó un vuelo de reconocimiento y al volver dijo:"Ahora todos están tomando Sake". Momotaro pensó que era una buena ocasión y dijo:"Vamos".
Pero no podían entrar porque el portón estaba cerrado. En ese momento el mono saltó el portón y abrió la cerradura.
Los cuatro entraron a la vez y los demonios quedaron sorprendidos al verlos. El perro mordió a un demonio, el mono arañó a otro mientras que el faisán picoteaba a un tercero. Momotaro dio un cabezazo al jefe de los demonios y le dijo: "¡No hagási más cosas malas!". Los demonios contestaron: "¡Nunca más lo haremos!, ¡perdónanos!".
Momotaro los perdonó y recobró el tesoro robado, volviendo a casa sano y salvo con sus amigos y repartiendo las riquezas entre la gente del pueblo"

jueves, 24 de marzo de 2011

DE COMPRAS

Ayer estuve haciendo compras en varios sitios a lo largo del día y la verdad es que fue un poco caótico el tema..una vez más hacer las cosas con el bebe acuestas duplica el tiempo.
Primero estuve en un ecocentro bastante conocido de aquí de Madrid que se llama El Vergel, concretamente en el centro de Principe Pío, que para los que no lo conozcan tiene un completo supermercado eco arriba, y un restaurante vegetariano abajo. Como la peque se durmió en el coche, y encima hacía fresco, decidimos ponerla en el carro para que siguiera su siesta; al llegar al sitio resultó que no recordaba yo los 4, 5 o 6 escalones de acceso a la planta de arriba y los estrechos pasillos entre estanterías, que hacían casi imposible la libre circulación del Bugaboo...Tuvimos que dividirnos; yo subí a comprar y él se fue a pasear "calle arriba-calle abajo" cual centinela. En favor del sitio debo decir que un empleado se ofreció a ayudarnos subir el carro pero a veces los escalones son el menor de los problemas. Hombre, en caso de ir sola la solución es medio fácil;carrito de la compra, bebe el portabebes, no cargarse demasiado y esperar que la peque no decida que no quiere ni portabebes ni portabebas, que prefiere tocar todos los productos por si misma...
Por la tarde nos acercamos las dos al Supermercado Ahorramás que hay cerca de casa a por varias cosas que necesitaba. Desde hace un par de meses puedo hacer compra con ella en el súper sin mayor problema porque ya se mantiene en el asiento de los carritos para niños (nunca he usado los típicos carros con maxicosi porque tengo la teoría de que hay se puede coger hasta la peste y es que ¿alguna vez los habrán lavado?) y va tan contenta, lo que me da libertad de movimientos para embolsar, sacar las cosas del carro....Suelo acudir con más frecuencia a Alcampo y Mercadona, ya que estoy en contra de la política de (mal)trato que se da a los empleados en Ahorramás (aunque en todos lados cuecen habas claro) y como allí todos los carritos disponen de este tipo de asientos no pensé que existiera otro mundo pero lo había....parece ser que sólo tenían un carrito con este asiento que justo cogió la señora que entro en el parking delante de mi.Como no llevaba el porta tuve que hacer la compra tirando de la cesta y con los 8 kilos y pico de niña en el otro brazo. Al llegar a la caja el señor de delante, muy chistoso y dicharachero, tenía más ganas de charlar que de pagar...le hacía monerías a la niña que le examinaba toda sería como adivinando mi pensamientos que no eran precisamente amables. El señor de detrás, alma caritativa, se ofreció a ponerme las cosas en la cinta algo que acepté encantada por supuesto, porque debemos acostumbrar a la sociedad a hacer este tipo de gestos y porque hacer sentadillas con 15 kilos en un brazo (con el tiempo el peso se multiplica ) no es algo que me apeteciera demasiado.La cajera, muy maja ella, era de esas que bastante tiene con cobrarte como para ni siquiera pensar en ayudarte a embolsar, aunque al final metió dos cosas en una bolsa que tuve que pedirle que me acercara porque poco más y la deja en la caja de al lado...en algún momento llegue a pensar que debía ser ciega y por eso no veía la dificultad de movimientos que tiene una en esas circunstancias, incluso estuve por felicitarla porque con su destreza con la caja y los códigos nadie lo hubiera dicho.Como os imaginareis al llegar a casa comprobé que se me habían olvidado la mitad de las cosas tardando el doble de tiempo, maldije al puñetero súper y perjuré que no volvería....y una vez más me hice la pregunta de ¿existe algún tipo de ceguera selectiva que impide a determinadas personas ver a mujeres con bebes o embarazadas?

La verdad es que no todo es negativo;por ejemplo en el Alcampo hace ya tiempo que han dispuesto plazas para embarazadas o familias con carritos, tal y como ya hay en los parkings de Ikea desde siempre. Y recientemente han puesto gran cantidad de este tipo de plazas en el CC Xanadú, que ademas son más anchas para poder sacar y meter a niños y bebes con seguridad....sólo falta que la gente que puede usar plazas normales deje estas especiales para los que realmente las necesitamos.
Si en los supermercados, CComerciales, Hipermercados..que frecuentas aún no disponen de estas plazas y los carritos con sillas de niños son excasos o inexistentes te animo a que les sugieras este avance y dejes aquí tu comentario al respecto para que desde el blog también contactemos con ellos y les propongamos que piensen en las familias.