viernes, 8 de julio de 2011

MIAMI BEACH


Bueno, pues nuestros siguientes (y últimos) días en Florida los pasamos descansando y disfrutando de Miami Beach. Como ya no teníamos pensado movernos mucho más sino que queríamos descansar y sobretodo, que la peque disfrutara un poco más, decidimos devolver el coche el segundo día en Miami Beach y movernos andando, en bus o en taxi, ya que nuestro hotel tenía lo que llaman Valet parking que es un servicio de aparcacoches que sube y baja el coche del garaje, lo que además de encarecer la estancia del coche, te obliga a dar propina cada vez que te lo traen y lo devuelves y, sinceramente, entre que una no está acostumbrada a tanta propina y que el precio por dia del parking era alto (creo recordar que eran 37 dolares) nos pareció mejor prescindir del coche. Desde luego que hay parkings públicos mucho más baratos en la zona como desde 16 y 20 dolares día, y eso hace que salga mejor, además de que si pensáis ver mucho de Miami mejor en coche con sillita que en taxi sin ella, pero son elecciones por supuesto.

Nuestro hotel, el Loews Miami Beach, estaba ubicado en Collins Avenue, en el South Beach, precisamente para poder movernos andando lo más posible y la verdad es que la ubicación fue un acierto porque nos permitía ir a la playa, pasear por Washington Av, Española Way, Linlcon Road y la propia Collins av, con tiendas, playa, parque infantil y restaurantes de todo tipo cerca.
Respecto al hotel, su precio no era demasiado barato pero tenía unas instalaciones increíbles, como una inmensa piscina, dos jacuzzis, spa, gimnasio (que no usamos por supuesto), hamacas, toallas y refrigerios gratis en la piscina , sushi bar, restaurante, tienda, bar, terracita....y una habitación con terraza y vistas al mar increible. Este hotel tiene una política de niños bien recibidos (y mascotas, una pena que Butch estuviera de campamento) que se traducía en una zona de la piscina especial para niños, actividades para ellos, pañales de baño gratuitos en la piscina, tienda con toda clase de artículos y en su interior una preciosa heladería años 50 con galletas de todo tipo, cup cakes del monstruo de las galletas, algodón de azucar(cada día de un color) y palomitas...y he de decir que los helados estaban muuuuy ricos.
El minibar tenía absolutamente de todo, desde bebidas alcoholicas, cervezas, refrescos, zumos, galletas, chocolates...hasta incluso galletitas para perro, eso si, el precio era, como en casi todos, absolutamente abusivo, pero se compensaba con una maquina de cafe de esas de cápsulas de uso gratuito con sus correspondientes cápsulas claro de cafe, descafeinado, tea, chocolate... lo que, para las cafeteras mañaneras como yo, es muy de agradecer.

Aunque el hotel era como un oasis, también salimos a la calle, claro, y el primer día, antes de devolver el coche, fuimos a visitar, entre otras cosas, el Miami Sea Aquiarium, donde aparte de delfines, loros y papagayos, morsas y manaties, tienen un ejemplar de Whale killer o ballena Asesina que sinceramente, es una auténtica preciosidad, una maravilla. Es de los pocos acuarios que poseen una en cautividad así que si vais a Miami, y os gustan los animales, visita obligada. Entre impuestos y parking se pone en 100 dolares las dos entradas pero mereció la pena, además, disponen de un programa, previo pago (ignoro cuanto) para nadar de manera privada con delfines y os aseguro que si alguna vez vuelvo a Miami probaré esta experiencia.....que maravilla.
En Miami también se pueden visitar otras cosas como en Zoo, Jungle Island, Little habana...

El resto de los días los disfrutamos en Miami Beach, compramos recuerdos y algunas otras cosas como un ipod (recordad que entre los precios, el cambio y el canón se ahorra un piquito), ropa (porque a veces en España se empeñan en robarnos) y disfrutamos del South Beach.
La playa es una playa bonita, de arena fina, muy limpia y sin aglomeraciones, con una zona adecuada para que la gente corra (está como allanada y se puede andar perfectamente) y un mar a una temperatura increible, que maravilla. Lo malo es que por las tardes, cuando la mar se revolvía, venían muchas algas y yo soy un poco asquerosita para estas cosas, carne de piscina más bien, pero vamos, que hasta el paraiso tiene algunos inconvenientes no?
La comida pues bueno, en general es algo más barata, pero tampoco mucho teniendo en cuenta que debemos añadir entres un 15 y un 20% de propina (a veces lo añaden ellos directamente) , pero las raciones son super super abundantes, en todos sitios, da igual comer sushi que hindú que americano...con hambre no te quedas seguuuuro. En Linlcon road descubrimos un asiático con
menú diario donde por 50 dolares comimos algo que en cualquier sitio español se hubiera pagado 80, y estaba delicioso. En general intentamos huir de la comida rápida (y en Miami lo logramos) salvo una cena de Pizza Groovie que estuvo bastante bien, lo bueno es que en todos sitios tienen para llevar y eso facilita las cosas si se te hace tarde y la peque necesita descansar.
Nos sorprendió las pocas ganas de vender de las tiendas de electronica, informatica...(salvo la tienda apple) y no llegamos a descubrir porque, pero el caso es que si no les garantizas que vas a comprar algo casi ni te atienden, ni mucho menos te enseñan nada y como comprenderán, sin ver ni comparar yo no compro..supongo que el calor quita las ganas de trabajar, y digo supongo porque aun no me explico la reacción así que mi cuñado se quedó sin Mini Netbook..si hubiera quería un Ipad otra gallo hubiera cantado.
Otra de las cosas sorprendentes es la de los Levis, aparte de su precio (la mitad que en España) de mujer prácticamente no hay modelos(y son diferentes a los e aquí) y de hombre sin embargo hay todos los de aquí y en todos los colores...¿será que las americanas no usan Levis?
No deja de sorprender el contraste de Lamborghinis y Maseratis con la cantidad de "homeless" que hay en la ciudad, ¿quizá porque el clima benévolo favorece la posibilidad de sobrevivir en la calle?La verdad es que este contraste te mantiene con los pies en la tierra entre tanta tienda, coche de lujo y silicona, pero no por eso deja de ser interesante...sólo muestra una realidad más de una ciudad de contrastes.

miércoles, 6 de julio de 2011

VISIT FLORIDA: LOS CAYOS

Pues como se suele decir por aquí, casi me huele todavía el culo de playa ya que hace nada que hemos vuelto de nuestro peque tour por el Sur de
La Florida, ese estado en forma de "pata" o "cuerno" que sale desde el sur de la costa este estadounidense y se acerca tímidamente al Caribe en forma de pequeños islotes alineados y unidos entres sí por una carretera casi imposible...y estos, son los Cayos, desde Key Largo hasta Key West pasando por Isla Morada. Que gran elección.
Tras desembarcar del vuelo en el Aeropuerto de Miami, pasar el correspondiente control de Pasaporte con su toma de huellas o fotos (porque ya sabemos que en USA esto se lo toman muy en serio), recogimos el equipaje y la sillita del bebe y nos subimos al Shuttle Bus (gratuito) que nos llevaba hasta el área de alquiler de coches, a unos 10 minutos, donde se encuentran todas las compañías de alquiler de coche. Es muy común, si se visita Florida, incluso aunque se repartan días entre Orlando y Miami, alquilarse un coche. Según la época del año puede resultar conveniente dejar hecho el trámite por internet, como fue nuestro caso, para llegar, entregar la
documentación y que te lo tengan listo, son su sillita para el bebe (que no estaba instalada pero si preparada y súper limpia) y todo. Incluye un seguro equivalente de lo que sería a 3º ampliado, pero no un todo riesgo, que sería opcional; nosotros por si acaso lo incluimos y no nos hizo falta pero uno va más seguro, aunque debo decir que la gente allí conduce en general muy bien, son educados, respetuosos y bastante tranquilos, no van increpando y pitando como si llevaran un moribundo, vamos, que no se conduce como en Madrid.

Tras colocar la sillita, arrancar y parar y que me enseñaran a conducir un coche automático (al cual podría acostumbrarme para toda la vida, que cosa más fácil y cómoda), finalmente nos pusimos rumbo a Key largo, donde teníamos reservados unos días. La carretera estaba iluminada, bien señalizada y con poco tráfico así que en una hora y cuarto estábamos en el hotel y ¡sorpresa! no nos perdimos.....jajajaja...algo bastante raro en nosotros, para que mentir.

El Hotel era el Holiday Inn Kay largo, un hotel medio, con dos piscinas, bar y restaurante, máquina de hielos, parking gratuito y un montón de sitios de comida cercano. La habitación era súper tranquila ya que no daba a la zona de la piscina sino a un embarcadero, y muy amplia, con una cama de más de 2 por 2 en la que dormimos los tres a pierna suelta. Podías pedir una cuna pero te cobran recargo y honestamente, si la peque no duerme en cuna en casa no va a hacerlo de vacaciones.
Como tenía minibar vacío y máquina de cafe gratuita, podíamos cenar en el hotel y guardar ahí comida para la peque y que ella descansara mientras así que fue una buena elección. Lo más flojo el baño, un poco cutrecillo pero bueno, no daba asco ni nada de eso y volvería allí sin problema.
A la mañana siguiente madrugamos (el jet lag ya se sabe) y a las 7:30 estábamos desayunando en el Starbucks de enfrente, y no, no estábamos solos...si con el calor que hacía ya parecían las 12:00. Luego salimos rumbo a Key West, recorriendo un espectacular paisaje mezcla de mar y pequeñas lagunas, junto con las islas al más puro estilo USA. Todo era tan curioso a pesar de no ser nuestra primera visita a EEUU siempre sorprende verse como en una película.
Key West, la última de las islas, desde la que se ve Cuba al estar más cerca de esta que de Miami, tiene una encanto que me recordaba una y otra vez a ese pueblo por el que paseaba Paul Newman en aquel "Largo y calido verano", con esas casitas de madera perfectamente conservadas, esos porches con sus mecedoras y ese calor sofocante.
Al ser un pueblo tradicionalmente asociado a piratas, podemos encontrar muchos merchandising de este estilo, pero tampoco es que luego tenga barcos piratas amarrados en los puertos (con lo que hubiera molada) ni nada de eso. En esta ciudad hay varios hoteles pero nosotros decidimos alojarnos en el otro Key porque era más asequible y nos daba más movilidad para nuestra parada del día siguiente.
Y que nos deparaba el segundo día? Pues el famoso parque de los Everglades, aproximadamente a una hora dirección Miami podemos encontrar una de sus dos entradas (que no comunican entre si) donde hay un Visitor Centre en el que muy amablemente te dan un mapa y te explican que visitar, donde puedes caminar o hacer una ruta, donde contratar una ruta en barco.... Desde hay en coche se puede seguir hasta
Flamingo, una zona central donde aparte de otro visitor centre, hay un embarcadero, una tienda y hasta una pequeña gasolinera (eso si, cara) para despistados (y supongo que para barcos claro).
Desde hay nos montamos en una barco (que tenía toldo por supuesto) e hicimos unas ruta donde pudimos ver Caimanes y cocodrilos, abejas (muchas muchas), pelicanos.... y un montó nde flora tanto autóctona como introducida por los descubridores españoles. El "capitan" a la vez que tripulaba iba contando la historia de los Everglades pero no puedo contar mucho porque su inglés era muy americano y el nuestro muy malo así que pillamos cuatro cosas pero bueno, pasamos casi dos horas muy agradables. Para la niña fue un poco rollo claro, aunque podía andar por el barco tampoco se entretenía mucho nada pero bueno, se pasó y se disfrutó y sin duda merece la pena. Nos quedamos con ganas de andar un poco el parque, pero demasiado calor para la peque así que eso hace que tengamos que volver porque desde luego que merece la
pena...Uno no se imagina que en ese país de rascacielos, pozos petróliferos, y carreteras inmensas vayan a poseer zonas como esta, con tanta riqueza natural pero las hay.
De ahí fuimos a comer al primer sitio que encontramos, esto fue un Kentucky Fried Chicken, el más cutre de toda Florida seguro, y con una comida malísima....puuuagggg....desde luego que no podemos recomendarlo, menos mal que la cena fue una abundante ensalada en el restaurante del hotel, porque no, no todo (aunque si mucho) son hamburguesas y patatas, gracias a Dios.
Al dia siguiente tocó dia de compras, estuvimos por allí y el el Outlet de la ciudad de Florida, donde no hay mucha variedad pero la tienda de Nike, la de Tommy Hilfigher y la de Levis merecen la pena....ah!!!y una tienda de niños llamada Carters con cosas muy chulas y muy fresquitas!!!! De ahí fuimos a comer enfrente, en un restaurante que parecía un barco pirata por fuera y súper americano por dentro, donde comí un Wrap de atún y mango absolutamente delicioso y súper fresco, que manjar.
Dentro de nuestra ruta de compras aprovechamos para ir a un toys´rus en busca de unos pañales reutilizables que me habían recomendado y que sólo se venden en USA y UK, y aunque teóricamente había en la práctica fue imposible encontrarlos, eso sí ,me sorprendió ver muchas cosas ecológicas, incluso pañales y una pequeña gama de juguetes tradicionales de la famosa tienda FAO que muchos recordareis por el piano gigante en el que baila un joven Tom Hanks en cierta película. Como me gusta esa tienda. El caso es que puede resultar interesante pasar porque no tiene nada que ver que los Toys´rus españoles.

Nuestro último día el Key largo (que corto se hizo) nos sirvió para disfrutar la zona, de la piscina y descansar un poco, porque la vida con niños por suerte es mucho más relajada. Aunque nosotros no lo hicimos, en Key largo se puede bucear y hacer snorkel, también se puede disfrutar de un viaje en barco con el suelo de cristal para ver los arrecifes, y existe una estatua, el cristo de las profundidades, muy conocida entre los buceadores. En Isla Morada está Theater of the Sea, donde hay diversos animales marinos.
Y desde ahí salimos, en nuestro Chevy amarillo, rumbo a nuestro segundo destino, Miami Beach....pero esta es otra historia.

lunes, 4 de julio de 2011

Nuestro primer vuelo...y el segundo


Antes de que se me olviden más detalles quería contar como ha sido nuestro primer vuelo con la peque ¡y el 2º! porque claro, teníamos que volver.

Bueno, pues el vuelo salía a las 15:30 que, con el correspondiente retraso, fueron las 16:15 horas, porque si no es bastante coñazo facturar, check-in, controles, comer a precio de oro....además te suman una espera añadida para que disfrutes de las instalaciones del aeropuerto, y es que si por algo me da pereza viajar es por toda esa parafernalia, por tener que salir de casa 4 horas antes (o 5 o 3...) y porque la espera allí me recuerda a la de los hospitales con ese cansancio aburrido de no hacer nada más que sentarse y levantarse de sillas incómodas y quejarse de la temperatura que, bien por calor o bien por frío, suele ser totalmente incompatible con la ropa que lleva uno.
Bueno, pues después de todo esto, del correspondiente control, de que me preguntaran hasta que hice ayer antes de hacer la maleta, al fin embarcamos porque claro, todos sabemos que primero embarca clase bussiness y familias con niños y eeeeehhhhh!!!!!cuando uno tiene niño que satisfacción poder levantarse y decir ¡vamos! jajajaja...ya ves tu que más da esperar arriba que abajo si vamos numerados pero en fin, parece que todos queremos ser los primeros en entrar y los primeros en salir.
Como tenía los asientos teóricamente reservados iba tranquila pensando que me sentaría en primera fila pero no, resulta que habían cambiado el avión y nos dieron los asientos que les dió la gana y al hacer el check in en tierra no penséis que a la chica del mostrador se le ocurrió pensar "les daré los de cuna ya que van con un bebe" que va, estábamos por ahí en medio....Menos mal que el personal del avión fue súper amable y como el avión iba prácticamente vacío, nos puso en las primeras filas centrales donde, aparte de más espacio, lo que se agradece mucho, tiene los apliques para la cuna. Importante al viajar con bebe pedir los asientos "donde se puede poner la cuna", aunque no penséis usarla, porque os aseguráis asientos cómodos con más espacio, si además queréis usarla genial.
Enseguida nos trajeron y colocaron la cuna, la cual como veis es muy pequeña y además lleva una especie de cinturón de seguridad para que no salga disparado el bebe en caso de turbulencias, eso si, si las turbulencias son muy fuertes tienes que sacar al bebe y se llevan la cuna así que bueno, eso debe tenerse en cuenta porque parece un poco rollo.
Nosotros la usamos ya que nada más despegar la peque se durmió así que la pusimos pero estaba muy estrecha y encima, como la cabeza se la colocamos hacía el pasillo, cuando el "azafato" paso ofreciendo some coffee, la despertó y al estar tan estrecha no hubo forma de que se durmiera...y aun quedaban 7 horas de vuelo.
Sacamos los juguetes, paseamos, gateamos, volvimos a jugar, merendamos, por supuesto "teteamos" y bueno, se durmió otras 3 horas así que al final se paso bastante bien la cosa.
La tripulación fue súper amable en todo momento, además de que no hubo problema en llegar con el carrito hasta la puerta de embarque (el nuestro era de una pieza pero incluso de dos piezas no hay ningún problema) ni en introducir comida o bebida para el bebe.

La vuelta fue mucho mejor, ya que la hora de salida eran las 21:30 así que casi teníamos garantizado un vuelo entero de sueño pero el agotador preliminar en el aeropuerto se volvió casi insoportable gracias a las 4 (sí 4) horas de retraso, al horrible frío del aeropuerto y a que desde las 10 todo estaba cerrado pasados los controles de seguridad. Para compensar el retraso nos dieron dos vales de 15 dolares para cenar pero vamos, creo que 4 horas de aeropuerto valen un pasaje en primera clase como poco..y más si llevas un bebe de poco más de una año.
Como ya me había asegurado de tener los mencionados asientos, a pesar de que el avión igualmente iba medio vacío, pues me pude sentar con la peque dormida (gracias que se durmió en el aeropuerto en brazos y así estuvo 5 horas). Se despertó una horita, teteó, bebió agua y enseguida se durmió de nuevo hasta una hora antes que trajeron el desayuno. Esta vez dije que no pusieran la cuna y la tuvimos en brazos todo el rato, y si, para que mentir, es incómodo y no se duerme bien pero mejor eso que tener que pasearse por todo el avión no? Desde luego para mi sí.
Cuando trajeron el desayuno sorpresa, también había para la peque (bueno, había para 3 o 4 bebes) y nos trajeron un potito de judías verdes, otro de carne, otro de banana, un yogur, agua y un plátano....imaginad me lleve todo menos el plátano que fue lo único que comió claro....¿y lo mejor? también había cena para ella, de esa "tan rica" caliente, pero como estaba dormida dije que no me la trajeran así que si voláis pedidlo o al menos preguntad en el mostrador porque seguro que vuestros peques también la tienen.
La tripulación igualmente se portó genial así que bueno, la experiencia ha sido muy buena y sin duda repetiremos espero que muuuuuuchas veces, eso si, mejor volar de noche tanto para el cambio horario como para la comodidad del vuelo, sobretodo si son muchas horas y al llegar al destino es de día (porque si voláis de noche y llegáis de noche preparaos para no dormir en un par de días).

Como curiosidad os diré que los peque llevan cinturón de seguridad que se ata al del adulto y que te facilitan también su chaleco salvavidas por si acaso. De la experiencia de cambiar el pañal no puedo hablar porque yo se lo cambié al entrar y no hubo necesidad, preferí que aguantara ya que ultimamente cambiar el pañal se convierte, como dice Irene, en pressing catch y no me apetecía pelear jejeje
Así que ya sabéis, a volar!!!