miércoles, 6 de julio de 2011

VISIT FLORIDA: LOS CAYOS

Pues como se suele decir por aquí, casi me huele todavía el culo de playa ya que hace nada que hemos vuelto de nuestro peque tour por el Sur de
La Florida, ese estado en forma de "pata" o "cuerno" que sale desde el sur de la costa este estadounidense y se acerca tímidamente al Caribe en forma de pequeños islotes alineados y unidos entres sí por una carretera casi imposible...y estos, son los Cayos, desde Key Largo hasta Key West pasando por Isla Morada. Que gran elección.
Tras desembarcar del vuelo en el Aeropuerto de Miami, pasar el correspondiente control de Pasaporte con su toma de huellas o fotos (porque ya sabemos que en USA esto se lo toman muy en serio), recogimos el equipaje y la sillita del bebe y nos subimos al Shuttle Bus (gratuito) que nos llevaba hasta el área de alquiler de coches, a unos 10 minutos, donde se encuentran todas las compañías de alquiler de coche. Es muy común, si se visita Florida, incluso aunque se repartan días entre Orlando y Miami, alquilarse un coche. Según la época del año puede resultar conveniente dejar hecho el trámite por internet, como fue nuestro caso, para llegar, entregar la
documentación y que te lo tengan listo, son su sillita para el bebe (que no estaba instalada pero si preparada y súper limpia) y todo. Incluye un seguro equivalente de lo que sería a 3º ampliado, pero no un todo riesgo, que sería opcional; nosotros por si acaso lo incluimos y no nos hizo falta pero uno va más seguro, aunque debo decir que la gente allí conduce en general muy bien, son educados, respetuosos y bastante tranquilos, no van increpando y pitando como si llevaran un moribundo, vamos, que no se conduce como en Madrid.

Tras colocar la sillita, arrancar y parar y que me enseñaran a conducir un coche automático (al cual podría acostumbrarme para toda la vida, que cosa más fácil y cómoda), finalmente nos pusimos rumbo a Key largo, donde teníamos reservados unos días. La carretera estaba iluminada, bien señalizada y con poco tráfico así que en una hora y cuarto estábamos en el hotel y ¡sorpresa! no nos perdimos.....jajajaja...algo bastante raro en nosotros, para que mentir.

El Hotel era el Holiday Inn Kay largo, un hotel medio, con dos piscinas, bar y restaurante, máquina de hielos, parking gratuito y un montón de sitios de comida cercano. La habitación era súper tranquila ya que no daba a la zona de la piscina sino a un embarcadero, y muy amplia, con una cama de más de 2 por 2 en la que dormimos los tres a pierna suelta. Podías pedir una cuna pero te cobran recargo y honestamente, si la peque no duerme en cuna en casa no va a hacerlo de vacaciones.
Como tenía minibar vacío y máquina de cafe gratuita, podíamos cenar en el hotel y guardar ahí comida para la peque y que ella descansara mientras así que fue una buena elección. Lo más flojo el baño, un poco cutrecillo pero bueno, no daba asco ni nada de eso y volvería allí sin problema.
A la mañana siguiente madrugamos (el jet lag ya se sabe) y a las 7:30 estábamos desayunando en el Starbucks de enfrente, y no, no estábamos solos...si con el calor que hacía ya parecían las 12:00. Luego salimos rumbo a Key West, recorriendo un espectacular paisaje mezcla de mar y pequeñas lagunas, junto con las islas al más puro estilo USA. Todo era tan curioso a pesar de no ser nuestra primera visita a EEUU siempre sorprende verse como en una película.
Key West, la última de las islas, desde la que se ve Cuba al estar más cerca de esta que de Miami, tiene una encanto que me recordaba una y otra vez a ese pueblo por el que paseaba Paul Newman en aquel "Largo y calido verano", con esas casitas de madera perfectamente conservadas, esos porches con sus mecedoras y ese calor sofocante.
Al ser un pueblo tradicionalmente asociado a piratas, podemos encontrar muchos merchandising de este estilo, pero tampoco es que luego tenga barcos piratas amarrados en los puertos (con lo que hubiera molada) ni nada de eso. En esta ciudad hay varios hoteles pero nosotros decidimos alojarnos en el otro Key porque era más asequible y nos daba más movilidad para nuestra parada del día siguiente.
Y que nos deparaba el segundo día? Pues el famoso parque de los Everglades, aproximadamente a una hora dirección Miami podemos encontrar una de sus dos entradas (que no comunican entre si) donde hay un Visitor Centre en el que muy amablemente te dan un mapa y te explican que visitar, donde puedes caminar o hacer una ruta, donde contratar una ruta en barco.... Desde hay en coche se puede seguir hasta
Flamingo, una zona central donde aparte de otro visitor centre, hay un embarcadero, una tienda y hasta una pequeña gasolinera (eso si, cara) para despistados (y supongo que para barcos claro).
Desde hay nos montamos en una barco (que tenía toldo por supuesto) e hicimos unas ruta donde pudimos ver Caimanes y cocodrilos, abejas (muchas muchas), pelicanos.... y un montó nde flora tanto autóctona como introducida por los descubridores españoles. El "capitan" a la vez que tripulaba iba contando la historia de los Everglades pero no puedo contar mucho porque su inglés era muy americano y el nuestro muy malo así que pillamos cuatro cosas pero bueno, pasamos casi dos horas muy agradables. Para la niña fue un poco rollo claro, aunque podía andar por el barco tampoco se entretenía mucho nada pero bueno, se pasó y se disfrutó y sin duda merece la pena. Nos quedamos con ganas de andar un poco el parque, pero demasiado calor para la peque así que eso hace que tengamos que volver porque desde luego que merece la
pena...Uno no se imagina que en ese país de rascacielos, pozos petróliferos, y carreteras inmensas vayan a poseer zonas como esta, con tanta riqueza natural pero las hay.
De ahí fuimos a comer al primer sitio que encontramos, esto fue un Kentucky Fried Chicken, el más cutre de toda Florida seguro, y con una comida malísima....puuuagggg....desde luego que no podemos recomendarlo, menos mal que la cena fue una abundante ensalada en el restaurante del hotel, porque no, no todo (aunque si mucho) son hamburguesas y patatas, gracias a Dios.
Al dia siguiente tocó dia de compras, estuvimos por allí y el el Outlet de la ciudad de Florida, donde no hay mucha variedad pero la tienda de Nike, la de Tommy Hilfigher y la de Levis merecen la pena....ah!!!y una tienda de niños llamada Carters con cosas muy chulas y muy fresquitas!!!! De ahí fuimos a comer enfrente, en un restaurante que parecía un barco pirata por fuera y súper americano por dentro, donde comí un Wrap de atún y mango absolutamente delicioso y súper fresco, que manjar.
Dentro de nuestra ruta de compras aprovechamos para ir a un toys´rus en busca de unos pañales reutilizables que me habían recomendado y que sólo se venden en USA y UK, y aunque teóricamente había en la práctica fue imposible encontrarlos, eso sí ,me sorprendió ver muchas cosas ecológicas, incluso pañales y una pequeña gama de juguetes tradicionales de la famosa tienda FAO que muchos recordareis por el piano gigante en el que baila un joven Tom Hanks en cierta película. Como me gusta esa tienda. El caso es que puede resultar interesante pasar porque no tiene nada que ver que los Toys´rus españoles.

Nuestro último día el Key largo (que corto se hizo) nos sirvió para disfrutar la zona, de la piscina y descansar un poco, porque la vida con niños por suerte es mucho más relajada. Aunque nosotros no lo hicimos, en Key largo se puede bucear y hacer snorkel, también se puede disfrutar de un viaje en barco con el suelo de cristal para ver los arrecifes, y existe una estatua, el cristo de las profundidades, muy conocida entre los buceadores. En Isla Morada está Theater of the Sea, donde hay diversos animales marinos.
Y desde ahí salimos, en nuestro Chevy amarillo, rumbo a nuestro segundo destino, Miami Beach....pero esta es otra historia.

lunes, 4 de julio de 2011

Nuestro primer vuelo...y el segundo


Antes de que se me olviden más detalles quería contar como ha sido nuestro primer vuelo con la peque ¡y el 2º! porque claro, teníamos que volver.

Bueno, pues el vuelo salía a las 15:30 que, con el correspondiente retraso, fueron las 16:15 horas, porque si no es bastante coñazo facturar, check-in, controles, comer a precio de oro....además te suman una espera añadida para que disfrutes de las instalaciones del aeropuerto, y es que si por algo me da pereza viajar es por toda esa parafernalia, por tener que salir de casa 4 horas antes (o 5 o 3...) y porque la espera allí me recuerda a la de los hospitales con ese cansancio aburrido de no hacer nada más que sentarse y levantarse de sillas incómodas y quejarse de la temperatura que, bien por calor o bien por frío, suele ser totalmente incompatible con la ropa que lleva uno.
Bueno, pues después de todo esto, del correspondiente control, de que me preguntaran hasta que hice ayer antes de hacer la maleta, al fin embarcamos porque claro, todos sabemos que primero embarca clase bussiness y familias con niños y eeeeehhhhh!!!!!cuando uno tiene niño que satisfacción poder levantarse y decir ¡vamos! jajajaja...ya ves tu que más da esperar arriba que abajo si vamos numerados pero en fin, parece que todos queremos ser los primeros en entrar y los primeros en salir.
Como tenía los asientos teóricamente reservados iba tranquila pensando que me sentaría en primera fila pero no, resulta que habían cambiado el avión y nos dieron los asientos que les dió la gana y al hacer el check in en tierra no penséis que a la chica del mostrador se le ocurrió pensar "les daré los de cuna ya que van con un bebe" que va, estábamos por ahí en medio....Menos mal que el personal del avión fue súper amable y como el avión iba prácticamente vacío, nos puso en las primeras filas centrales donde, aparte de más espacio, lo que se agradece mucho, tiene los apliques para la cuna. Importante al viajar con bebe pedir los asientos "donde se puede poner la cuna", aunque no penséis usarla, porque os aseguráis asientos cómodos con más espacio, si además queréis usarla genial.
Enseguida nos trajeron y colocaron la cuna, la cual como veis es muy pequeña y además lleva una especie de cinturón de seguridad para que no salga disparado el bebe en caso de turbulencias, eso si, si las turbulencias son muy fuertes tienes que sacar al bebe y se llevan la cuna así que bueno, eso debe tenerse en cuenta porque parece un poco rollo.
Nosotros la usamos ya que nada más despegar la peque se durmió así que la pusimos pero estaba muy estrecha y encima, como la cabeza se la colocamos hacía el pasillo, cuando el "azafato" paso ofreciendo some coffee, la despertó y al estar tan estrecha no hubo forma de que se durmiera...y aun quedaban 7 horas de vuelo.
Sacamos los juguetes, paseamos, gateamos, volvimos a jugar, merendamos, por supuesto "teteamos" y bueno, se durmió otras 3 horas así que al final se paso bastante bien la cosa.
La tripulación fue súper amable en todo momento, además de que no hubo problema en llegar con el carrito hasta la puerta de embarque (el nuestro era de una pieza pero incluso de dos piezas no hay ningún problema) ni en introducir comida o bebida para el bebe.

La vuelta fue mucho mejor, ya que la hora de salida eran las 21:30 así que casi teníamos garantizado un vuelo entero de sueño pero el agotador preliminar en el aeropuerto se volvió casi insoportable gracias a las 4 (sí 4) horas de retraso, al horrible frío del aeropuerto y a que desde las 10 todo estaba cerrado pasados los controles de seguridad. Para compensar el retraso nos dieron dos vales de 15 dolares para cenar pero vamos, creo que 4 horas de aeropuerto valen un pasaje en primera clase como poco..y más si llevas un bebe de poco más de una año.
Como ya me había asegurado de tener los mencionados asientos, a pesar de que el avión igualmente iba medio vacío, pues me pude sentar con la peque dormida (gracias que se durmió en el aeropuerto en brazos y así estuvo 5 horas). Se despertó una horita, teteó, bebió agua y enseguida se durmió de nuevo hasta una hora antes que trajeron el desayuno. Esta vez dije que no pusieran la cuna y la tuvimos en brazos todo el rato, y si, para que mentir, es incómodo y no se duerme bien pero mejor eso que tener que pasearse por todo el avión no? Desde luego para mi sí.
Cuando trajeron el desayuno sorpresa, también había para la peque (bueno, había para 3 o 4 bebes) y nos trajeron un potito de judías verdes, otro de carne, otro de banana, un yogur, agua y un plátano....imaginad me lleve todo menos el plátano que fue lo único que comió claro....¿y lo mejor? también había cena para ella, de esa "tan rica" caliente, pero como estaba dormida dije que no me la trajeran así que si voláis pedidlo o al menos preguntad en el mostrador porque seguro que vuestros peques también la tienen.
La tripulación igualmente se portó genial así que bueno, la experiencia ha sido muy buena y sin duda repetiremos espero que muuuuuuchas veces, eso si, mejor volar de noche tanto para el cambio horario como para la comodidad del vuelo, sobretodo si son muchas horas y al llegar al destino es de día (porque si voláis de noche y llegáis de noche preparaos para no dormir en un par de días).

Como curiosidad os diré que los peque llevan cinturón de seguridad que se ata al del adulto y que te facilitan también su chaleco salvavidas por si acaso. De la experiencia de cambiar el pañal no puedo hablar porque yo se lo cambié al entrar y no hubo necesidad, preferí que aguantara ya que ultimamente cambiar el pañal se convierte, como dice Irene, en pressing catch y no me apetecía pelear jejeje
Así que ya sabéis, a volar!!!

lunes, 13 de junio de 2011

RECETAS DEL MUNDO PARA NIÑOS Y MAYORES: MAKIZUSHI O MAKIS -SUSHI.

Aunque siempre asociamos la palabra sushi a pescado (crudo), el sushi puede hacerse con un montón de cosas, desde efectivamente atún o salmón crudo hasta ahumados, gambas cocidas, queso o tortilla.
Mi receta está adaptada a nuestros gustos y a la posibilidad de que lo coman niños ya que, aunque el pescado crudo del sushi ha sido previamente congelado a muy bajas temperaturas y como dice Carlos González, si algo es bueno y sano para ti, lo es para tu hijo, la mía tiene un año y parece un poco pronto para darle pescado crudo.

Para hacer sushi necesitamos algunas cosillas un poco especiales, pero que hoy en día podéis encontrar en cualquier hipermercado; arroz para sushi (imprescindible hacerlo con este arroz), una esterilla para hacer maki (es de madera), vinagre de arroz (también muy importante) y las algas para sushi, con estas 4 cosas es suficiente para poder hacerlo, ahora resulta interesante tener jejibre en conserva (que ya viene laminado), salsa de soja japonesa y guasabi (pasta de rábano picante, de color verde).
Para los madrileños que no lo conozcáis, en Principe Pío, en una callecita casi pegando al centro de comercial, hay una tienda con aspecto del "típico" super chino pero en su interior encontrareis multitud de productos alimentarios asiáticos, tanto japoneses como chinos e hindús, a unos precios más que razonables.

INGREDIENTES:


-350 grs. de arroz de sushi
-1/2 vasito de vinagre de arroz
- 1 cucharadita de sal y una de azúcar
- Unas 5 láminas de algas para sushi
-5 lonchas de bacon (o jamón york)
- 1 plátano
- 1/2 aguacate
- 1/2 pepino
- 4 0 5 palitos de surimi de cangrejo
- 1/2 surimi de langosta
-100 grs. de salmón ahumado
- 1 lata de atún natural
- Queso tipo philadelphia
- Mahonesa (mejor si es japonesa, pero la normal vale)
- 4 o 5 setas shiitake
- un poco de sésamo

MODO DE HACERLO:
Lo primero es poner el arroz en un tamiz o colador grande y lavarlo bien, más o menos hasta que el agua deje de salir blanca. No os olvidéis de este paso porque sino no saldrá bien.

Ponerlo a cocer en agua fria, la proporción suele ser 1 de arroz por 1 y 1/2 de agua. Cuando al agua se haya consumido pero no esté seco-seco, se apaga el fuego y se tapa, y se deja reposar 10 minutos. Luego se destapa y se deja otros 10 destapado. Mientras se disuelve la sal y el azúcar en el vinagre, y se añade al arroz, removiendo bien con ayuda de unos palillos mejor.

Ponemos a freir el bacon (o jamón) y las setas (por separado), y cortamos todos los ingredientes en una especie de juliana un poco más ancha, vamos en tiras con un grosor de entre 0.5 y 0.75 cm(si son más finas podréis manejarlo mejor).

Colocamos la esterilla estirada sobre una superficie lisa y despejada, y le ponemos encima una tira de fim transparente que la cubra entera pero no sea mucho mayor. Sobre ella situamos las algas; con las marcas o lineas perpendiculares a nosotros. El alga se puede tostar antes ligeramente para que sea más digestiva pero yo no lo hago.
Sobre ella extendemos una capa fina de arroz que cubra todo el alga salvo los dos dedos finales del lado opuesto al que queda cerca nuestro(esto se hace para que cierre bien).
Ahora rellenamos los diferentes makis, estos hago yo:
1ºSobre el arroz situamos tiras de bacon frito y plátano; sería como medio plátano en tiras y 3 lonchas de bacon, de modo que pueda cerrarse pero quede bien relleno. Se enrolla como lo haríamos con una cartulina, apretando con ayuda de la esterilla de tal modo que quede compacto y bien cerrado. En cuanto hagáis dos o tres os saldrá perfecto.
2ºColocamos mahonesa, unos granos de sésamo, surimi de cangrejo y aguacate y un poco de pepino.
3ºColocamos surimi de langosta, aguacate, setas (previamente cocinadas) y un poco de pepino.
4ºColocamos queso y salmón ahumado. Se puede poner un poco de pepino.
5º Colocamos mahonesa, atún y setas.
Como veis se puede hacer con muchísimas cosas, estos son algunos ejemplos pero también queda genial con sardinillas en conserva, con tortilla francesa (mejor hacerla echándole un chorrito de sake y de salsa de soja), con salchichas y un toque de kepchup y queso en tranchetes, con esparragos, bacon y huevo cocido...vamos, con casi cualquier cosa que se os ocurra.


No es necesario cambiar el film con cada rollito, pero si queremos conservarlos para más tarde es posible pero debemos dejarlos enrollados en film y mejor fuera de la nevera (salvo que sea de un día para otro).
Para cortarlas mojamos bien un papel de cocina en vinagre de arroz y lo pasamos por un cuchillo fino y bien afilado (esto ayuda a que n ose pegue el arroz al cuchillo) y vamos cortando despacito para que no se deshaga y mojando en cuchillo tantas veces como sea necesario. Este paso es muy importante hacerlo muy bien y con mucha paciencia, porque sino podemos "destrozar" los rollitos....Podeis ver en las fotos algunos más abiertos precisamente por la poca paciencia de mi querido marido...
Los colocamos en bandejitas y listo para servir.





どうぞお召し上がりください!!! (Itadakimashu o Buen provecho!!!)

(***Perdón por la calidad de las fotos pero lo pensé tarde y no la tenía preparada y mi movil no es un iphone precisamente :) )



miércoles, 8 de junio de 2011

BUSCANDO COCHECITO...

Hay mucha gente que no usa la sillita de paseo y es más, ni siquiera tienen, y otros que la usan a todas horas y para todo. Yo, bueno, más bien mi gordita, no es ni de uno ni de otro bando y ha usado la silla menos de lo que yo (y todo el mundo) esperaba antes de que naciera pero más de lo que me gustaría, aunque tengo que reconocer que hay momentos en que es un rollazo y otros en los que se agradece muchísimo tenerla.
Una vez que uno decide que quiere una silla toca lo mejor, porque es más difícil elegir silla que comprarse un coche, y creo que hay incluso más modelos que de coche así que, ¿cual me compro?
Ummmmm....pues obviamente depende de muchas cosas claro:
- Precio, porque tenemos desde 200 hasta más de 1000 euros, claro. En esto hay que tener en cuenta otra cosa, y es que mucha gente se compra una silla de precio medio, unos 600 o 700 euros, y luego al año se tienen que comprar una de paseo ligera, de esas de tijera, porque la primera pesa muchísimo o se maneja muy mal, o no cabe bien en el maletero, es decir, que lo que intentan ahorrar con la primera se lo terminan gastando en tener dos que al final son dos trastos más en casa en claro.
- Peso, importantísimo sobre todo si tenemos que desplazarnos en coche y con la sillita a diario, porque eso significa plegarla, cogerla y tener que sacarla y meterla en el maletero al menos 2 veces al día, es decir, manejar entre 8 y 15 kilos. Si los desplazamientos son esporádicos, no tenemos que subir escaleras el tema del peso no es algo tan importante. Lo mismo ocurre con el plegado, pero si tenemos un maletero pequeño, habrá que asegurarse de que cabe plegado claro y si pensamos viajar mucho en avión es mejor un plegado rápido y compacto tipo tijera que en varias partes.
- Manejo, esto depende del uso que hagamos; si tenemos que recorrer largas de distancias con escaleras, obras, zonas estrechas.....será importante que se maneje muy bien, incluso que pueda hacerse con una mano si las distancias son largas claro. Si el uso es para salir de paseo un rato, esto no será tan importante por supuesto.
- Diseño, porque por supuesto, nos tiene que gustar.
- Lavable, porque algunos no pueden desenfundarse sin desmontarlo lo que hace obligatoria llevar funda en verano e invierno, y francamente, es un gasto adicional y un rollo. Hay otros que tienen telas que permiten limpiarlos in situ, pero claro, suelen hacer que los peques suden...De nuevo habrá que pensar si es muy probable que tomen la merienda en el carro (porque les pille en casa de los abuelos por ejemplo) y eso hará necesario un lavado a menudo, o si por el contrario la usaremos para ir y venir de la guardería y probablemente el niño irá dormido gran parte del camino.
Luego hay otras cosas que para mi eran importantes como que las ruedas no se pincharán (porque yo paseo mucho por el campo), que el niño pueda mirar a la persona que lo lleva o mirar hacia delante (porque cuando son muy pequeños uno va más cómodo mirándoles pero
llega un momento que quieren ver el mundo), que tenga un freno seguro, que sea transpirable, duradero y crecedero(porque yo no pienso comprarme ninguna silla más ni ahora ni para hijos posteriores si los hay claro), que se pueda acoplar un patín de los de niño "mayor" en el futuro...
La verdad es que la Stokke siempre ha sido mi preferida, me parecía que tenía un diseño genial, que el bebe va muy cerca de quien le lleva, que tiene muchos accesorios, que se maneja bien en ciudad, en fin, que casi estaba segura de que me compraría esa pero resultó ser muy pesada, poco manejable en terrenos irregulares y campo, y además parece ser que puede llegar un momento en que el bebe no quepa y tampoco es que sea barata claro, porque es de las 2 o 3 más caras que hay así que, debido sobretodo al tema de la manejabilidad en terrenos campestres, me decidí
por el Bugaboo Camaleon. Este tiene un diseño mono, bastante personalizable, y la verdad es que se maneja muy bien. Pesa bastante poco comparado con lo que hay en el mercado pero ocupa mucho en el maletero; vale que pueden desmontarse hasta las ruedas y encajarse ganando espacio pero no nos engañemos, es un rollazo desmontarlo absolutamente todo por ejemplo, para que quepa la compra...o al menos a mi me da una peeereeeeza. Otro inconveniente es que ahora, cuando nos vayamos de vacaciones, nos tendrán que prestar una silla de tijera tipo Maclaren para que podamos llevarla hasta la puerta de embarque y recogerla
luego, porque no me imagino yo plegando y desplegando el bugaboo y arriesgándome a que me pierdan algo, pero bueno, este es un inconveniente minúsculo si como yo, vuelas máximo un par de veces al año.
Si os interesa esta, existen muchas parecidas en el mercado, casi calcos, a precios algo más bajos, solo es cuestión de buscar.
Mis cuñados tienen la Jané Rider que es bastante mona, tiene bolso incorporado y te permite elegir que partes quieres y cuales no, algo que parece interesante si por ejemplo, queremos prescindir de la silla de coche y adquirir otra algo más crecedera...pero el otro día me pareció que pesaba una barbaridad y ellos, con lo que la usan, tienen que acabar cansados de tanto cargar y descargar la silla, pero claro, su precio es medio y eso también es un punto.

Otra que me gustaba bastante era la Quinny , la Buzz 4, me parece muy modernita, no es de las más ligeras pero tampoco muy pesada, se maneja bien lo
que la probé...A mi me tiró para atrás porque mi uso, al ser preferentemente campo y parque, necesitaba ruedas rellenas, que no pudieran pincharse con un pedrusco, y un chasis que me ofreciera muchas garantías y este me parecía un diseño un poco rígido. Vale que como accesorio puedes comprar neumáticos todoterreno pero con un bebe lo que no te sobra es tiempo para andar cambiando ruedas según por donde vayas a pasear pero bueno, para salidas ocasionales esta chulo.

Luego esta la marca Chicco, de toda la vida, pero yo no me la plantee mucho ya que una vecina tubo que arreglar todas las ruedas y los radios para su segundo hijo, eso si, el precio puede ser la mitad que las más caras, es decir, que puedes permitirte estrenar dos sillas por el precio de una. Si el uso va a ser muy ocasional pero queréis tener silla, que hay momentos en que viene muy bien, pues hombre, sin duda lo mejor una mona y baratita, incluso de las de las marcas de hipermercado, porque ¿para que más?Y mejor que se plegue en tijera.

Luego tenemos la marca Bebecar, que destaca por tener unos cochecitos estilo retro preciosos, con unos capazos muy espaciosos, pero claro, esta el inconveniente del peso, manejabilidad y sobretodo del espacio. Yo creo que quizá si si se dispone de otro cochecito pues bueno, puede ser un capricho, pero un capricho bastante caro y con poco uso. Supongo que si solo usas el cochecito para pasear por una zona muy amplia pues bueno, te da igual, pero si tienes que andar metiéndolo en las cajas del súper o por el pasillo angosto de mi centro de salud pues puede ser que no quepa...
Aparte de estas marcas hay muchas más claro, solo tenéis que pasear por cualquier tienda especializada, dejad que os asesoren (si saben), mirad como pesa, como pliega, manejadla, ver sus accesorios, pensadlo bien y decidir.

En fin, que esto al final es un poco cuestión de gustos, usos y presupuestos, lo importante?no dejarse deslumbrar solo por el diseño porque al final es algo caro que tiene que durar y ser útil.


jueves, 2 de junio de 2011

RECETAS DEL MUNDO PARA NIÑOS Y MAYORES: PAN DE PLÁTANO Y NUECES. USA.


Hace poco descubrí, gracias a Alba, el Pan de plátano y nueces, y aunque me suena haberlo visto en algún sitio tipo Starckbucks, Fosters Hollywood o similar, no recordaba haberlo probado y merece mucho la pena probarlo y hacerlo.
El Banana Bread parece ser uno de los postres más tradicionales de USA junto con el Brownie, el apple pie, el cheesecake...aunque quizá algo menos conocido en España, pero sin buscamos por la red hay millones de recetas "in english" para preparar este apetitoso postre.

Aquí os dejo la que me ha gustado más, tras modificar alguna cosilla:

INGREDIENTES
200 grs. de harina de trigo + 50 grs. de harina fina de maíz.
250 grs. de mantequilla sin sal a temperatura ambiente.
4 huevos grandes.
225 grs. de azúcar.
4 plátanos de canarias maduros grandes.
1 sobre de levadura.
1 cucharadita de esencia de vainilla liquida.
75 grs. de nueces.
1/2 vaso de leche (o de nata líquida).

**VARIANTES: Se suele usar solo harina de trigo (aunque me gusta poner una parte de maíz porque suele quedar más fino y esponjoso) o se puede sustituir por harina integral para que sea algo más ligero, pero con un resultado buenísimo igual.
Yo prefiero reducir un poco el azúcar aunque la receta original lleva la misma cantidad que de harina. Tb se puede usar más plátanos y reducir algo más el azúcar o incluso usar fructosa.
La leche (o nata) se añade para que quede más jugoso pero la receta original no lo lleva y es algo opcional(se puede quitar y quedara rico igualmente).
Como en todos los casos, en vez de mantequilla se puede usar margarina.

PREPARACIÓN:

Aplastamos los plátanos con un tenedor de forma que quede machacado pero no hecho un puré (porque es más interesante que se noten trozos), se añade el azúcar y se mezcla bien, y posteriormente la leche (si se ha decido añadir leche). Se reserva.
En otro bol se baten los huevos, se añade la mantequilla batida a tª ambiente (no derretir con calor) y la vainilla. Una vez se haya mezclado todo (no hace falta que la mantequilla este completamente batida, puede haber grumos) se añade poco a poco la harina mezclada con la levadura con ayuda de un tamiz (es muy recomendable hacerlo así aunque lleve 10 minutos más). Una vez se ha mezclado todo bien, se incorpora la mezcla de plátanos quedando una pasta semi líquida (más si tiene leche).

Con estas cantidades llenamos casi justito un molde de aproximadamente 1.5 litros de capacidad. Una vez elegido, se unta el recipiente con mantequilla y se espolvorea con un poco de harina,lo que facilitara el desmolde, y vertemos en él la mezcla. Añadimos las nueces de tal forma que se mezclen por toda la masa.
Precalentamos el horno 10 minutos a 180º y metemos el recipiente unos 60 minutos (cada horno es cada horno, no os confieis y mirad si está hecho por dentro, esto es solo lo que tardó en mi horno. También influye el tipo de recipiente que usemos y la altura de la bandeja claro). Se recomienda tapar durante más de la mitad del tiempo para evitar que se tueste demasiado por arriba. Tened en cuenta que ya el color por el plátanos será oscuro y que enseguida coge color.




Enjoy your bread!!!!




lunes, 30 de mayo de 2011

UN TROCITO DE PARAISO EN NUEVA INGLATERRA


Si con nuestras anteriores entradas  os hemos convencido para cruzar “el charco” y dejaros caer por Nueva York,  esta es la guinda que os animamos a ponerle al pastel: un par de días (mejor si son tres o incluso más, si podéis) en Nueva Inglaterra, a unas 3 horas de Nueva York.
Pueblos costeros preciosos, con sus faros perfectamente conservados dando una luz metafórica a esas escarpadas costas; gastronomía de lujo con langosta, langosta y langosta como plato estrella, aunque el pescado, en general, es delicioso; y con una vegetación espectacular, perfecta para esconderse, ¡literalmente!, en uno de los “cottages” de Hidden Pond, en el increíble Kennebunkport.

Llegamos aquí casi por casualidad. Después de que no me convencieran ninguno de los hoteles de Boston, que era la idea original. Empecé buscando en los pueblos de los alrededores de Boston, y terminé encontrando un trocito de paraíso en el estado de Maine, a unas 90 millas al norte (más o menos 140 kilómetros).
Tengo que confesar que fue casualidad en parte, porque Maine era uno de esos sitios que casi antes de saber situar sobre un mapa me llamaba muchísimo la atención, y todo por culpa Jessica Fletcher y su ficticio (e idílico) Cabot Cove (si, si, yo también tengo mis defectillos y mi gusto televisivo no siempre es infalible, que se le va a hacer).
Ha sido un capricho, lo reconozco. Un capricho caro, además (aunque la verdad es que no se me ocurre ningún capricho que no sea caro, inútil o engorde). Pero lo cierto es que me fue poco menos que imposible encontrar hoteles medio agradables en los que admitieran a niños…  Ya teníamos el vuelo de vuelta desde Boston, los hoteles disponibles en Boston eran caros, cutres o las dos cosas y en New England no encontrábamos un hotel donde nos dejaran “meter” a las fieras, hasta que encontré Hidden Pond. No teníamos muchas alternativas, era eso o un motel, así que, a pesar de que se salía un poco de nuestro presupuesto, nos decidimos. ¡Qué gran acierto!
Se trata de un resort, con los mismos servicios de un hotel, pero en vez de habitaciones cuenta con cottages, cada uno con una decoración diferente pero todos con dos habitaciones, cada una con su propio baño. Perfecto para familias. Está enclavado en mitad de una zona boscosa, y a escasos 5 minutos de la playa y 10 del centro del pueblo –imprescindible coche, eso si-. El atento personal complementa un tándem perfecto para lograr que la estancia sea del todo perfecta.
A partir de las 18:30 organizan lo que llaman The Bonfire (traducido es “hoguera”), y que consiste exactamente en eso, una hoguera en la zona de la piscina, rodeada por butacas y mesas donde poder pasar un rato nocturno prefecto tomando un cocktail mientras los niños y no tan niños disfrutamos con la típica y tópica costumbre del s´more, que no es más que tostar lo que aquí conocemos como nubes (allí marshmallows) en una brocheta directamente sobre el fuego y una vez caliente colocarlo entre dos crackers con un trozo de chocolate. Ellos mismos tienen preparadas cestitas con todo lo necesario para los pequeños.
El desayuno lo dejan todas la mañanas en la puerta, junto con el Times, y consiste en pan y muffins recién hechos, zumo de naranja natural, leche y un termo con café, y yogures, con mantequilla y mermelada ecológica de la zona, aunque nos hemos encontrado con que desde las amenities del baño (¡¡¡que gel al aceite de oliva!!!) hasta el detergente para la ropa o para el lavavajillas es artesanal y ecológico, y estos últimos, con olor a lavanda.
La piscina tiene agua climatizada, para poder utilizarla aunque no haga demasiado calor o, imagino yo, en las noches de verano. Y para poder disfrutar aún más de la naturaleza, si cabe, nos dan la opción de ducharnos al aire libre, porque cada cottage cuenta con ducha exterior, y debe ser una toda una experiencia única utilizarla mientras llueve y refugiarse después al calor de la chimenea.
En los alrededores, y si disponéis de tres días, os recomiendo  Portland, a unas 30 millas, o lo que es lo mismo, 50 kilómetros. No hay que olvidarse de visitar su faro, seguramente uno de los más fotografiados de todo el estado, y el más antiguo. Su diminuto museo es entrañable.
También merece mucho la pena Portsmouth, a unos 50 kilómetros, esta vez al sur. La principal calle comercial parece sacada de un cuento. Aunque si tenéis ganas de compras, de camino quedan los Kittery Outlets, donde se puede hacer una paradita rápida y fundir lo poco que quede de Visa en Ralph Lauren, Calvin Klein o GAP.
Hay que dedicar tiempo a Kennebunkport, cuyo centro es pequeñísimo, pero muy coqueto, y con alguna que otra tienda interesantísima, como la de objetos de Navidad (inevitable que mi souvenir haya sido un adornito para el árbol). Para comer o cenar en un entorno precioso, hay que ir a Pier 77, en Cape Porpoise.

Y Boston es tan bonito que, al menos, hay que darse un paseíto y dedicarle unas horitas antes de que salga el vuelo de vuelta, aunque estoy segura de que bien merece un par de días.
De las cosas que nos han quedado pendientes y que nos obligarán a volver destacaría dos, porque me parecen especialmente apetecibles con niños: una es recorrer Casco Bay, en Portland, en un antiguo tren de vapor (Maine Narrow Gauge Railroad Co & Museum) y la otra, visitar el Strawbery Banke Museum, en Portsmouth,  con un barrio entero formado por casas de época perfectamente ambientas y conservadas, que, además, se pueden ver por dentro.
Nuestros tres días allí han servido para descansar y para hacernos una pequeña idea de lo que nos espera la próxima vez que vayamos, porque nos han quedado tantas cosas pendientes, y nos ha gustado tanto, tanto, la zona y “nuestra” pequeña casita, que volveremos seguro. Al menos vamos a empezar a “hacer hucha” para intentarlo.